El órgano:
Técnica y Filosofía
El órgano de
la iglesia de la Santa Cruz de Pedreguer se compone, a
grandes rasgos, de las siguientes partes:
|
Teclats
Foto: Serafín Sivera |
24 juegos o
registros repartidos en dos teclados manuales y uno de
pedal. Las transmisiones de las notas se consiguen a
través de la mecánica suspendida, que une las teclas
directamente con las válvulas, técnica muy apreciada ya
en los órganos históricos por la pulsación sensible y
fiel que conlleva. El accionamiento de los registros o
diferentes timbres, es igualmente mecánico.
|
Tracció mecànica de l'orgue
Foto: Serafín Sivera |
El órgano es
un instrumento de viento y tiene por tanto un
motor-ventilador que lo produce y dos fuelles con
pliegues de piel que regulan el aire y respiran como un
pulmón.
El número
total de tubos es de 1.500, hay de madera y estaño, cada
uno de los cuales está calculado y preparado para la
acústica de la iglesia de Pedreguer, y finalmente ha
estado cuidadosamente ajustado a ella. El peso total del
instrumento es de 9 toneladas; su construcción costó
aproximadamente 6.000 horas. Detrás de todos estos datos
técnicos, está el deseo de todo un equipo de crear
belleza y armonía: una obra de arte, que como tal, tiene
necesariamente su filosofía propia.
|
Perspectiva de l'orgue
Foto: Serafín Sivera |
La creación
de un órgano es un hecho único, irrepetible y como el
instrumento ha de perdurar a través de los siglos
tenemos otra responsabilidad, aumentada todavía más por
el hecho de la donación directa de la Fundación Server y
Pérez, entidad que compró y regaló el instrumento al
pueblo de Pedreguer.
Una obra de
arte necesariamente tiene que ser completa y
equilibrada. Un órgano se compone de múltiples detalles
que precisan mucha atención para poder jugar
armoniosamente en conjunto, desde el diseño de la
fachada al movimiento sutil y seguro de cada pieza, su
viento y la voz de cada tubo.
|
Perspectiva dels teclats
Foto: Serafín Sivera |
Estilísticamente el órgano de la iglesia de Pedreguer se
compone tanto de técnicas centroeuropeas como ibéricas,
el resultado musical de esta simbiosis permite
interpretar un gran abanico de composiciones, pero sobre
todo nuestro instrumento quiere ser una expresión
contemporánea, y corresponder a los habitantes y a la
tierra mediterránea luminosa y transparente.
Durante
siglos el órgano ha sido exponente de cultura y
prestigio. Con este instrumento, con su energía y sus
voces, queremos dar testimonio de las intenciones de
todo un conjunto de personas por recuperar este fin.
Gerhard
Grenzing
Maestro Organero
|